Para la mayoría de los países, el primer paso para adoptar un enfoque de políticas de bienestar es desarrollar un conjunto integral (o tablero) de indicadores para monitorear el bienestar actual y futuro, así como su distribución a través de territorios y grupos de población. El marco de medición del bienestar de la OCDE, que abarca las condiciones materiales, la calidad de vida, los recursos para el bienestar futuro y las desigualdades de oportunidades, proporciona un modelo que ha sido adaptado por los países de la región de ALC y de todo el mundo. Otros países han desarrollado sus propios marcos desde cero, como los enfoques Buen Vivir/Vivir Bien en Ecuador y Bolivia, que fueron fuertemente informados por las perspectivas indígenas andinas. Además, los indicadores asociados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU brindan una plantilla de medición global y extensa que se ha simplificado y adaptado a nivel nacional para reflejar las prioridades específicas de bienestar y desarrollo de los países, así como a nivel regional (a través de la Conferencia de Estadísticos de las Américas de la CEPAL). Los tableros multidimensionales de bienestar representan poderosas fuentes de información para monitorear el progreso 'más allá de los ingresos', brindando una visión detallada de los resultados económicos, sociales, ambientales y distributivos que son importantes para el bienestar actual y futuro. Sin embargo, también introducen una mayor complejidad en los procesos analíticos, lo que requiere métodos más sofisticados para comparar diferentes prioridades, evaluar las ventajas y desventajas y las sinergias, y pronosticar el impacto de varias opciones de política. Si bien permitir una mayor complejidad y amplitud en el análisis de políticas es un paso en la dirección correcta, dado que la mayoría de los desafíos y las tendencias generales que enfrentan los gobiernos en la actualidad son en sí mismos complejos y multidimensionales, como el cambio climático, las profundas desigualdades, el aumento de la migración, el envejecimiento de la población y la transformación digital: la evidencia del bienestar y las herramientas para informar la toma de decisiones deben minimizar esta complejidad tanto como sea posible. Esta sesión presentará los últimos avances en el monitoreo del bienestar en la región, abordando algunas de las siguientes preguntas clave: - ¿Cuáles son los últimos desarrollos en los tableros de datos de bienestar y qué información nueva brindan? - ¿Cuáles son los pros y los contras de usar índices compuestos sobre el bienestar o aspectos relacionados para informar la toma de decisiones políticas? - ¿Qué otros métodos cuantitativos existen para evaluar la política desde una perspectiva de bienestar?